Creí que hablaríamos de lo ocurrido esa ocasión, mi madre no dijo nada y yo, pues yo también sentía cierta pena por tocar el tema, pero después de esa ocasión me masturbe no se cuántas veces recordando lo que pasó, ver a centímetros las nalgas de mi madre, su cuerpo desnudo, y sobre todo ver esa verga de su amigo entrar en la vagina de mi madre, una verga dura, llena de flujo de ambos. Me masturbaba imaginando que sentiría Roberto al estar dentro de esa vagina jugosa, yo no había pasado más de besos y una manoseada con alguna novia de la escuela, pero Jo había tenido sexo con una mujer.
Los días pasaron habitualmente y hubo una festividad de los vecinos de la calle, en mi comunidad se acostumbra a convivir entre vecinos y por lo regular hay música y alcohol como en todas las fiestas.
A la fiesta llegaron amigas de mi madre, amigos de mi padre y familia de ambos, y también llegó Roberto, saludó y estaba platicando con un amigo de él, mi madre no podía hablarle porque mi padre estaba ahí, pero noté sus miradas.
Me vio Roberto y me saludo de lejos, a lo que yo levanté la mano y él se acercó a mi:
Roberto:
- hola muchacho, como te va? Que tal la fiesta?
Yo:
- pues que le digo Roberto, está buena ,hay comida y alcohol, pero yo no puedo tomar porque están mis padres.
Roberto:
- jajaja. Si, además que debes de mantener una buena imagen con ellos.
De repente se acercó mi padre a mi, tal vez se le hizo extraño verme platicar con alguien mayor a mí.
Se acerca mi padre y me preguntó si conozco a ese señor.
Yo le contesto:
- claro papá, es mi amigo Roberto.
Mi padre:
- un gusto señor, creí que mi hijo lo estaba incómodando.
Roberto:
- no! Para nada, estábamos platicacando de la fiesta.
Mi padre:
- gusta una cerveza?
Roberto:
- claro, será un placer.
Se fué Roberto con mi padre a dónde estaban las cervezas y Roberto me dijo en voz bajita:
- gracias!
Sentí traicionar a mi padre y me puso mal, pero también sentí mucho morbo el verlos ahí juntos y saber que esa persona que está conviviendo con mi padre se está cogiendo a la esposa de mi padre.
Me fuí con mi amigo a platicar con las chicas que había ahí y me olvidé de lo demás, después de unas dos horas, ví a mi padre y a Roberto muy pasados de copas, a mi madre con sus amigas platicando.
Mi madre me dice:
- Joaquín, ven, tu padre está muy tomado con Roberto, vé y dile que ya nos vamos a meter a dormir.
Fuí a donde mi padre y le dije:
- dice mi mamá que ya nos vamos a meter.
Mi padre:
- jajaja, ya me está mandando ésta señora! Como vez Roberto?
Roberto:
- pues hay que hacerle caso, te dejo mi amigo, fue un gusto platicar contigo.
Mi padre:
- como que ya te vas también Roberto? También te regaña tu señora o qué?
Roberto:
- jajaja. No mi amigo, pero ya no hay casi nadie en la convivencia, hace un poco de frío y es buen momento para ir a casa.
Mi padre:
- naaaaa, pásate a mi casa y nos tomamos una más.
Roberto:
- noooo! No quiero ser inoportuno y....
Mi padre:
- nada, ven, vamos a pasar y te tomas una conmigo.
Pasaron a la casa y noté a mi madre algo nerviosa, ella también estaba un poco tomada pero no mucho, pero si la noté cansada ya que había preparado comida para la convivencia y andaba en zapatillas.
Mi padre y Roberto siguieron tomando dentro de la casa, contaban chistes, etc, después de un buen rato mi padre estaba demasiado tomado, ya no podía sostenerse por él mismo y dijo que estaba muy cansado, mi madre y Roberto lo ayudaron a ir a su habitación y quedó dormido de inmediato. Mi madre un poco molesta me dice:
- Quin, hijo, ahora dónde me voy a dormir! Tu padre está ocupando toda la cama.
Yo:
- duerme en mi cama mamá y yo dormiré en el sillón de la sala.
Mi madre:
- no hijo como creés? El sillón es muy incómodo para dormir, nos dormimos en tu cama que es amplia también. Solo acompañamos a Roberto a la salida y nos dormimos.
Roberto también algo tomado nos dijo que descansaramos, que él solo iba a la salida para irse, noté a mi mamá algo cansada y ella primero se fue a dormir, yo me fuí al baño a lavarme los dientes y la cara.
Cuando llegue a mi habitación, mi padre ya estaba dormida, le puse la sábana para dormir y me dormí a su lado.
Pasaron posiblemente 20 minutos, apenas estaba conciliando en sueño, cuando escuché que mi puerta se abrió, ví una silueta e inmediatamente supe que era Roberto, porque jamás escuché que haya salido.
Me quedé quieto, como si estuviera durmiendo, él se acercó a mi mamá y le dió un beso, mi madre se movió un poco, muy sorprendida dijo susurrando:
- Roberto!! Que diablos haces aquí? Creí que te habías ido.
Roberto:
- no me quería ir sin gozar un poco de ti, te veías tan buena con ese vestido, me hizo desearte mucho.
Mi madre:
- será en otra ocasión!! Que diablos te pasa? Estamos en el cuarto de mi hijo, y ni esposo está dormido en la habitación de a lado y en cualquier momento puede despertar!!
Roberto:
- tu esposo no va a despertar hasta mañana, está muy ebrio, y tú hijo está completamente dormido, solo dame una mamada de verga y me voy.
Mi madre:
- estás loco!! No lo haré!
Roberto:
- entonces yo te daré una mamada de culo como te gusta.
Roberto toscamente la volteo de espaldas suya y le alzó el vestido. Mi madre hizo un poco de resistencia y dijo:
- noooo! Espera, esto ya es demasiado!
Roberto no hizo el mínimo caso y comenzó a meter su cara en el culo de mi madre, ella poco a poco fue cediendo y de repente tenía a mi madre a lado mío, escuchaba sus gemidos suaves, no podía ver a Roberto pero era obvio que le estaba mamando el culo a mi madre, de repente incluso sentí el calor de la boca de mi madre, y decía:
- Roberto! Para por favor! No me hagas ésto.
Roberto no decía una sola palabra, solo seguía mamando el culo de mi madre, en unos minutos él se levantó porque estaba hincado, y le dijo a mi mamá:
-Estás bien lurbicada mi vida! Mira como me tienes ! Tengo la verga a reventar.
En ese momento se acostó detrás de ella, y sentí por los movimientos y sonidos como se quitaba el pantalón, lo que me sorprendió fué que mi madre ya no decía nada, estaba quieta.
Yo tenía el corazón latiendo a mil por hora, el imaginar que en cualquier momento mi padre pudiera despertarse, pero también sabía muy bien que eso no pasaría, en verdad estaba muy tomado. En lo que estaba pensando en esas cosas sentí de repente cómo la cama comenzaba a hacer movimientos, mi madre gemía nuevamente, Roberto ya la estaba penetrandola, se escuchaba incluso los sonidos de sus sexos lubricados, y los movimientos cada vez más fuertes. Tardaron así unos momentos y después Roberto se pone encima de mi madre, la posición de misionero, el le abría las piernas y la cogía con esmero, con ganas, a los dos ya no les importaba que yo estuviera a lado de ellos, no les importaba si yo me despertaba.
Seguían cogiendo y el olor a sexo era fuerte, un olor rico a alcohol, sexo, perfume de Roberto y de mi madre, todo era tan morboso para mí, mi verga de adolescente estaba también a reventar, pero no podía tocarme, no podía moverme mucho, quería disfrutar todo. De repente comienza Roberto a bufar, mi madre ella misma abre más sus piernas, la sentí tan puta, y wowww, Roberto viniéndose dentro de mi madre. Los dos llenos de sudor, podía sentir la piel de mi madre a lado llena de sudor, olía delicioso. Roberto se iba a levantar, y dijo:
- ahora sí, gracias mi Reyna! Me voy.
En eso mi madre lo toma del brazo y le dice:
- quédate a dormir un rato más, te vas muy temprano. Y no lo dejó levantarse, Roberto se acostó a lado de ella y se quedaron abrasados, mi madre dándome la espalda.
Que hacía yo? Estaba excitado a más no poder, ¿ Me levantaba despacio a masturbarme al baño para desahogarme? ¿ Me quedaba con mis ganas de masturbarme hasta mañana?
El lo que pensaba todas esas cosas sentí como mi madre dormía profundamente, Roberto también, incluso roncaba.
Me acerqué a mi madre, muy lento, muy suave, sentí sus nalgas, y de repente mi verga dura siente algo, mucho semen escurriendo de las nalgas de mi madre, eso me puso aún más caliente, me acerque más, mi verga rosaba ya directamente sus nalgas, mis nervios al mil, mi morbo también, y cada vez pegaba mi verga más a sus nalgas, no podía creer con que facilidad resbalaba mi verga por lo lubricado del semen de Roberto, ya no podía detenerme, no quería detenerme, y de repente! Sentí como mi verga entraba entre sus nalgas, se sentía un calor único, que jamás había sentido, entraba demasiado fácil, sentí cada pliegue de la vagina de mi mamá, caliente, llena de semen, mis movimientos eran más rápidos, estaba sudando también, sentí un movimiento de mi madre, me asusté, me detuve, pero ella sólo paró más el culo tal vez por inercia, por porque creyó que era Roberto, porque honestamente sentí que volvió a dormir profundamente, comencé de nuevo a moverme, a sentir esa sensación, ahora sabía porque Roberto le gustaba cogerse a mi madre, ahora sabía porque al ser humano le gustaba tanto coger, pero cómo no si es deliciosa la sensación! De repente sentí cosquillas, más ricas que cuando me masturbaba, y una descarga de mi semen, mucho más potente que cuando me masturbaba también, sentí como eran lanzados al interior de la vagina de mi madre, ahora tenía semen de Roberto y mío, sentí en mis testículos un ligero dolor, era porque no había eyaculado tanto ninguna vez en mi vida de esa manera. Me acomode boca arriba, y me dormí.
Cuando abrí los ojos ya no había nadie, estaba sólo en la cama, escuché un sonido de la regadera, me levanté, mi madre salió con una toalla del baño, me dió los buenos días tan normal, yo la saludé, ella se fue a su habitación y se vistió, yo también me fuí a bañar y mi madre me grito para el desayuno.
Cuando fuí a la cocina mi padre ya estaba con un café en la mano y se quejaba del dolor de cabeza, se veía con mucha resaca. Mi madre me mira y me dice:
- hijo! Desayuna porque la noche fue larga y te quedaste super dormido, come algo mi amor.
Yo le respondí:
- si mamá.
Nos miramos, sonrreimos y nos tratamos como la familia más normal del mundo.